Hace unos días estaba con dos compañeros en la entrada de un hotel, en China, abordando el tema del coaching mientras esperábamos la llegada del taxi que nos llevaría a la fábrica de los proveedores. Enfrente del hotel había un parque, en el cual, podíamos ver a un grupo de personas practicando tai-chi.
Uno de compañeros dijo: «Menuda tontería eso de las «posturitas» que hacen» a lo que el otro, respondió: «Si hay millones y millones de personas que lo practican, es que algún beneficio tendrá». Fin de la conversación.
Una y otra vez escucho que el coaching está de moda. He de decir que es totalmente cierto: está de moda, pero no es una moda. Si hay un número creciente de personas que tienen un coach, especialmente, en puestos medio y altos de niveles de dirección, seguro que algún beneficio les aporta. Si hay figuras de renombre mundial que organizan eventos a los que acuden periódicamente miles de personas… por algo será.
A lo largo de la historia siempre han existido los mentores, los maestros, los guías… puesto que transmitir conocimiento y sabiduría es inherente al hombre. El nombre cambia a lo largo del tiempo; la función no.
En otras épocas, solo los más pudientes económicamente podían permitirse es lujo; hoy en día, afortunadamente, la situación ha cambiado. Tener (o no) un coach es una elección personal.
Para mí, ser coach es un arte y un oficio extraordinario. Es ser capaz de tocar el alma de una persona y mostrarle la grandeza que ni ella misma reconoce.
Quizá por eso, tu CEO tenga un coach.
Alguien que ocupa un puesto de gran responsabilidad (puesto que liderar, entre otras cosas, es ser responsable de cada decisión que uno toma) tiene un llamado a la grandeza, y esa grandeza hace que los líderes sientan que necesitan apoyos en su vida. Buenos amigos, familiares, colegas… son parte de esa red de apoyo. Pero recurrir al coaching es distinto.
Un coach de primer nivel es alguien que te va decir la verdad que deseas escuchar, aunque no te guste escucharla; alguien que valora más tu grandeza que tu amistad; un profesional que valora tu crecimiento, por encima de tu dinero.
En un mundo donde la mediocridad es el estándar de la mayoría, solo unos pocos tienen el compromiso consigo mismos de ser excelentes en lo que hacen y por eso, buscan el apoyo de los mejores en su campo para poder crecer.
Los líderes invierten en su crecimiento; las víctimas, en entretenimiento.
Si deseas tener un vida por encima de la media (quizá, la que tu C.E.O tiene …), tendrás que tener unas lógicas, una manera de ver la vida, por encima de la media y actuar en consecuencia con ello. Eso lo saben los mejores, los que tienen una vida extraordinaria y toman responsabilidad ante lo que les sucede.
Desafortunadamente, la mayoría no está en este estándar y se dejan «autoconvencer» por una serie de excusas.
Aquí te muestro tres de ellas.
Índice
Excusa # 1: Cuando sea C.E.O, lo tendré.
Siento mucho «pincharte el globo», pero si te crees esta excusa, jamás serás C.E.O de nada importante puesto que estás «poniendo el carro antes que los bueyes».
Tu C.E.O. no ha llegado a su puesto por casualidad: a lo largo de su vida ha hecho algo para llegar hasta ahí, que en la mayoría de los casos habrá significado salir de su zona del confort y afrontar retos para los que inicialmente, ni tan siquiera creía que estaba preparado.
Tu grandeza está más allá de tus miedos
La vida nos pone delante, a cada instante, oportunidades para que podamos desarrollar nuestros dones y a través de nuestro trabajo, mostrar nuestro talento. En algunos casos, los retos se afrontan «a la brava»: uno tira para adelante y, «si sale con barba, San Antón y si no, la Purísima Concepción». Es una manera de afrontar la llamada de un reto.
En otros casos, el miedo se apoderará de nosotros y decidiremos que no estábamos preparados, que eso no era para nosotros, que no era el momento …. toda una serie de excusas para autoconvencernos de que nos quedemos donde estamos, puesto que el mayor miedo que tiene nuestro ego es a mostrar toda la grandeza que atesoramos en nuestro interior.
O ante un reto, puedes tener a alguien que te acompañe y te muestre lo que tú no eres capaz de ver. Lo que tu esencia te está pidiendo, pero tu ego te impide conseguir.
Tu esencia desea que VIVAS (con mayúsculas); tu ego, que sobrevivas
A lo largo de la historia, todos los grandes líderes han tenido personas en las que confiaban, a las que pedían consejo y que eran capaces de decirles la verdad, aun sabiendo que quizá, no les gustase escucharles. Los mentores de la antigua Grecia ya ejercían ese papel con sus discípulos. ¿Por qué?
Porque estar al lado de alguien con más sabiduría que tú (la sabiduría nos es más que el conocimiento llevado a la experiencia) hace que eleves tus estándares y puedas llegar allí donde deseas.
Por ello, antes de ser el C.E.O, has de tener la mentalidad de un C.E.O. No te digo que la única manera de llegar sea teniendo un coach, pero sí que te digo que un buen proceso de coaching contribuirá a tu crecimiento, sabiendo que tu camino solo lo puedes andar tu.
Escoge a un coach que te muestre las lógicas que necesitas para convertirte en lo que tu alma desea.
Excusa # 2: Para avanzar, no necesito a nadie
Si esta es tu excusa, te pregunto… ¿Has definido qué es una vida extraordinaria? Con tus propias palabras, con tus anhelos y tus sueños. ¿Qué es una vida memorable?
Solo tenemos una vida, esta. No hay una vida personal y una profesional, como habitualmente se dice. Tan solo tienes esta vida y puedes decidir pasar por ella sin pena ni gloria, es decir, existir (para lo cual solo es necesario respirar ….) o como decía antes, vivir, lo que significa expresar todo el potencial que atesoras.
Si deseas una vida extraordinaria, tendrás que hacer cosas extraordinarias. No hay otro camino.
Por lo tanto, toma un papel y un bolígrafo y comienza a escribir qué es para ti una vida extraordinaria y, a continuación, define qué vas a hacer para conseguirla.
Te aseguro que solo unos pocos harán algo, puesto que la mayoría olvidarán ese papel y seguirán con su vida, dado que las creencias que operan dentro de ellos, harán que lo dejen a un lado.
No es una cuestión de falta de voluntad ni de falta de herramientas. Es cuestión de desactivar las lógicas que de manera inconsciente están operando en tu cerebro, para instalar unas nuevas lógicas más alineadas con tu esencia, con tu grandeza, con lo todo lo que puedes entregar al mundo y que por miedo, no entregas.
Si no crees que lo anterior es cierto, es que efectivamente, no necesitas recurrir al coaching. Pero no te engañes, tampoco tendrás una vida extraordinaria, porque esas lógicas te lo permitirán.
Quizá estés preguntándote… Y si tengo un coach, ¿me garantizas una vida extraordinaria?
La respuesta es NO. Nadie te puede garantizar nada en esta vida, puesto que no hay nadie sobre la faz de la tierra que, ni tan siquiera, te pueda garantizar el mañana.
Sin embargo, te aseguro es que cuando gestionas esas creencias y emociones que están gestionando de manera inconsciente tu vida, y te están anclando, literalmente, al nivel de vida que tienes ahora, es cuando puedes comenzar a dar pasos firmes hacia el estilo de vida que deseas
Excusa # 3: Un proceso de coaching es caro
Aclaremos un punto: un proceso de coaching es una inversión, no un gasto. Una inversión en la empresa más importante que existe para ti: tú mismo.
¿Cuánto dinero inviertes en ocio al año?¿O en tecnología? ¿Y cuánto inviertes en tu crecimiento personal? Toma papel y bolígrafo (o abre tu hoja de Excel) y haz unas cuentas….
No te digo que eso esté mal invertir en ocio o tecnología; tan solo quiero que tomes conciencia de dónde estás poniendo tu energía (el dinero, tan solo es otra forma de energía …).
Está genial el ocio, y la tecnología bien empleada, pero si el centro de tu vida es el ocio o vivir como un «zombi digital», invirtiendo tu dinero que no tienes, en cosas que no necesitas, para impresionar a gente que no te valora por lo que eres, sino por lo que tienes… quizá y solo quizá, deberías replantearte la manera en la que ves la vida.
Si el crecimiento personal para ti es caro, prueba con la ignorancia
¿Por qué crees que tu CEO sí que tiene un coach? Porque sabe de la importancia de seguir creciendo y no quedarse estancado. Esto es como es una bicicleta: si dejas de dar pedales, te caes.
El liderazgo y la excelencia no son un hitos, objetivos que hay que conseguir. No hay un momento en el que te conviertas en líder o sea excelente. Son procesos que nunca tienen fin.
A partir de aquí, esto ya es decisión tuya: crecer o quedarte donde estás. Escuchar la voz de tu alma, que te pide que expreses la grandeza que atesoras, o acallar esa voz y dejar que poco a poco, muera y se extinga la llama de genialidad con la que naciste. Tú decides.
Si te atrae la idea del coaching y piensas en tener un coach, te dejo el enlace al post en el que doy 10 tips para diferenciar entre un coach profesional y un «paracaidista».
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